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Por qué salir de tu «Zona de Confort de Experto» podría ser el primer paso para convertirte en líder

Si has seguido mi blog en www.aemartinez.com, sabes que a menudo hablo de los desafíos que enfrentan los profesionales técnicos cuando se les ofrece, o comienzan a aspirar con una posición de liderazgo. Con frecuencia retomo este tema porque es una transición crucial, personal y a menudo malinterpretada en una carrera. Además de ello, me siento identificado con la situación.

Puedes ser un ingeniero, científico, analista o un profesional de TI brillante. Eres la persona a la que todos recurren cuando el sistema falla, cuando la fórmula no funciona, cuando el producto no es lo suficientemente bueno para el cliente, cuando el equipo esta malogrado o cuando el modelo falla. Eres un experto y has construido tu identidad en torno a esa experiencia. Todos te respetan por ello. Sin embargo, hay una voz dentro de ti que empieza a preguntar: ¿Qué sigue?

No estás solo. Muchos especialistas altamente calificados sienten la llamada del liderazgo en algún momento de sus carreras. Sin embargo, cuando llega ese momento, suele surgir el miedo:

– «¿Y si ya no soy la persona más inteligente?»

– «¿Y si fracaso sin la protección de mis habilidades técnicas?»

– «¿Y si pierdo el respeto de mis compañeros?»

Estos miedos no son irracionales; son genuinos. Sin embargo, también pueden servir como puerta de entrada a algo más grande.

El muro invisible entre el conocimiento técnico y el liderazgo

Seamos honestos: la mayoría de los profesionales técnicos están condicionados a creer que su valor se basa en la experiencia. Desde los laboratorios universitarios hasta los equipos de proyecto de la empresa, su valor se mide por cuánto saben y qué tan bien ejecutan. Sin embargo, el liderazgo es algo diferente.

El liderazgo no se trata de tener todas las respuestas; se trata de crear las condiciones para que otros las encuentren. Implica pasar de hacer el trabajo uno mismo a empoderar a otros, de resolver problemas a marcar el rumbo, y aquí es donde muchos especialistas se topan con un muro invisible. Tras años dominando su campo, ahora se les pide que empiecen desde cero: que lideren, influyan, deleguen y se enfrenten a la ambigüedad. Este cambio puede parecer una pérdida de control.

Pero esta es la verdad que no ves: este no es el final de tu carrera; es una evolución de la misma.

Miedo vs. Desafío y la oportunidad que estás pasando por alto

Con frecuencia, los profesionales técnicos ven el liderazgo como un riesgo. Se preguntan: «¿Y si no soy bueno en esto? ¿Y si tengo que lidiar con la política de la oficina? ¿Y si pierdo el respeto?».

Llamémoslo por su nombre: miedo disfrazado de lógica. Es miedo al fracaso, miedo a quedar obsoleto y miedo a adentrarse en lo desconocido. Sí, el liderazgo es incierto y complejo. Y por supuesto que te exigirá mucho. Pero esto no es un riesgo; es un desafío. Y cada avance en tu vida llegó después de enfrentarte a uno.

Esto es lo que sucede cuando das el salto:

  • Multiplicas tu impacto. En lugar de resolver un solo problema, formas un equipo que afronta numerosos desafíos.
  • Adquieres voz estratégica. Pasas de ser consultado sobre lo posible a definir el futuro.
  • Creces personalmente. El liderazgo te impulsa a desarrollar inteligencia emocional, empatía y habilidades de comunicación, habilidades que enriquecen todos los aspectos de tu vida.
  • Te vuelves indispensable. Las empresas no solo necesitan constructores, sino visionarios capaces de alinear a las personas, los procesos y el progreso.
  • Dejas de ser solo quien logra resultados; te conviertes en quien ayuda a otros a progresar.

Si estás listo (y solo si lo estás) para liderar, aquí te muestro cómo empezar.

No tienes que cambiar tu forma de ser para convertirte en un gran líder; solo necesitas desarrollar las facetas de ti mismo que aún no has desarrollado por completo. Aquí tienes cinco pasos prácticos para ayudarte a empezar:

1. Cambia tu mentalidad de profundidad a amplitud

No necesitas abandonar tu experiencia, pero sí necesitas ampliar tu perspectiva. Céntrate en los sistemas, la estrategia y la dinámica interpersonal. En lugar de preguntarte: «¿Cuál es la solución técnica correcta?», piensa: «¿Qué impulsará el rendimiento de todo el equipo?».

2. Aprende a dejar ir

¡Lo sé!… esto es muy difícil. Deja de aferrarte a la creencia de que debes ser el experto en la sala. Permite que otros tomen el liderazgo técnico. Tu nuevo rol es entrenar, empoderar y alinear al equipo.

3. Adopta la inteligencia emocional.

Los grandes líderes comprenden a las personas. Esto implica desarrollar habilidades como la empatía, la autoconciencia y la escucha activa. Estas son habilidades aprendidas, no rasgos innatos, y son más cruciales que nunca en entornos de trabajo híbridos y remotos.

4. Busca oportunidades que te impulsen

Empieza poco a poco. Lidera un proyecto interdisciplinario, has mentoring  a un colega junior o facilita un taller. Cada experiencia que te impulse a salir de tu zona de confort genera confianza y capacidad.

5. Invierte en coaching ejecutivo

Aquí es donde se produce la verdadera transformación. Un coach actúa como tu caja de resonancia, estratega y socio responsable. Un coach puede ayudarte a gestionar tus dudas, desarrollar habilidades de liderazgo y superar la incomodidad con determinación.

En el coaching, replantearás tu perspectiva, no como una desviación de la experiencia, sino como una evolución hacia un impacto positivo. Dejarás de ver el liderazgo como una amenaza y empezarás a verlo como tu próxima oportunidad.

¡Fuiste creado para esto!

La mentalidad técnica, caracterizada por el rigor, la disciplina, la lógica y la precisión, es una base valiosa para el liderazgo. Sin embargo, para prosperar de verdad, necesitas incorporar curiosidad, influencia, humildad y visión.

  • ¡Esto es lo que el mundo necesita!
  • ¡Esto es lo que buscan las organizaciones!
  • El liderazgo no es lo opuesto al trabajo técnico; es una amplificación del mismo.

Así que, si estás considerando esta transición, permíteme asegurarte:

– Sí, es difícil.

– Sí, es incierto.

– Y sí, puedes lograrlo.

El primer paso es dejar la comodidad de tu rol de experto. ¿El siguiente paso? Lidera con valentía y no mires atrás.

Alexander Martinez

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