Tanto en los negocios como en la vida, la perspectiva, o la forma como se ven las cosas lo es todo, o al menos juega un rol muy importante.
A lo largo de mi vida me he encontrado varias veces frente a personas con perfiles muy particulares, podría definirlos como arrogantes (aunque no necesariamente patanes) o simplemente sobrados. Son personas que trataban de venderme la idea de que lo tenían todo o que las cosas siempre les salían bien, a diferencia de los demás, que siempre andan en problemas. El mismo perfil de personas suele tomar sesiones de coaching ejecutivo, por lo que con el tiempo he podido llegar a explorar lo que en realidad está detrás de esta actitud ganadora o máscara.
Yo le denomino a esta “persona”, el rey del castillo de naipes.
El problema
Con los naipes podemos construir hermosos castillos de varios niveles de altura o formas, lo que por supuesto requiere habilidad y tiempo, pero que perfectamente posible. Sin embargo, también sabemos que estas hermosas obras de arte se pueden derrumbar con un simple aire o un mal movimiento, dejándonos nuevamente sin nada.
Los reyes de castillos de naipes piensan que están por encima del resto y gustan de la sensación de tenerlo todo. Pero en realidad, en el fondo, tal vez no tienen nada, o mejor dicho lo que tienen descansa sobre una falacia, sobre una estructura (castillo de naipes) que se puede derrumbar ante cualquier movimiento repentino e inesperado (un cambio en la vida) o corriente de aire fuerte (elemento desconocido e inesperado).
En las sesiones exploratorias de coaching, los reyes de castillos de naipes exponen sus problemas con el fin de buscar soluciones, y casi siempre se nota un tema común, el poder vivir con la sensación de estarse engañando. Y es que, en realidad, estos reyes son conscientes de que lo que tienen carece de la base o la solidez necesaria para sostenerse ante los eventos mencionados anteriormente.
La solución
Al explorar posibles soluciones para esta sensación, muchas veces se concluye en la necesidad obvia de fortalecer o de revisar aquellas cosas que se dan por sentadas, en otras palabras, cuestionar esa base sobre la cual descansa todo lo que venimos construyendo. Este por supuesto es solo el inicio del camino. Para fortalecer estos cimientos, yo recomiendo revisar tres temas.
El primer tema que recomiendo revisar son los valores fundamentales de la persona, a fin de descubrir (o redescubrir) qué es lo que verdaderamente es importante para uno. Muchas veces creemos que sabemos cuáles son nuestros valores fundamentales, pero en realidad no es así. Necesitamos hacer el difícil ejercicio de empezar con una serie de valores e ir eliminándolos uno a uno hasta llegar a nuestros 3 o 5 valores más importantes. Esta es la piedra angular de todo lo que construyamos en el futuro, es en verdad el cimiento necesario para construir un verdadero castillo. Para descubrir estos valores existen una serie de metodologías, juegos o cursos. Yo utilizo un framework.
En mi opinión, el segundo tema a revisar será el FODA personal. Estamos acostumbrados a hacer FODAs aplicados a cosas relacionadas con el trabajo o en proyectos, pero es necesario hacer uno para nosotros, descubrir que somos capaces y reconocer qué es lo que aún nos falta aprender. Este último punto es el necesario para descubrir la debilidad de nuestro castillo de naipes.
Finalmente, recomendaría explorar el estilo DISC de la persona. Haciendo una prueba DISC y una sesión de coaching seremos capaces de entender y sobre todo llegar aceptar como somos en verdad, que nos motiva, que nos desgasta, como nos relacionamos y comunicamos, etc. Sobre este tema existe mucho material escrito en este blog. En las sesiones de coaching se pueden adquirir paquetes de DISC que no solo incluyen una prueba DISC fiable (hay muchos test gratuitos que no lo son en la web), sino también sesiones de debrief para entender los resultados y sacarle el mejor provecho.
Para terminar
Como conclusión, el castillo de naipes es una ilusión, así que el rey del castillo es alguien que quiere aparentar que lo tiene todo, pero que en realidad lo que tiene es un alto riesgo de perder lo que piensa que tiene en cualquier momento. O peor aún, es alguien que vive atormentado por su conciencia, ya que dentro de sí sabe sobre qué está parado.
La buena noticia es que si seguimos un proceso apropiado para conocernos y aceptarnos como somos, podría ser siguiendo lo mencionado arriba, seremos capaces de empezar a fortalecer esos cimientos y poder así disfrutar de ese hermoso castillo que queremos tener.
Si te sientes identificado con este perfil o la sensación de estar parado sobre algo que se puede derrumbar y quieres hacer algo al respecto, no dudes en contarme vía el formulario del blog a fin de agendar alguna sesión de coaching, también puedes explorar alguno de los paquetes disponibles.
Alexander Martinez
