Una batalla implícita de hojas de calculo
Como he mencionado varias veces, me he movido en el mundo empresarial desde hace ya bastante tiempo y hay un asunto que he notado que parece nunca cambiar: la obsesión de todos con sus hojas de Excel (o equivalentes). Es casi como una competencia silenciosa, una batalla tácita, para ver que Excel reina en la oficina. ¿Cuál es el más útil o el más fácil de interpretar? Etc.
De hecho, debo admitir que yo también participé en muchas de estas «batallas». Después de pasar horas armando un Excel para analizar datos, ventas, presupuestos, pronósticos, etc., siempre tuve la confianza de que mi trabajo era el mejor y, por lo tanto, debía ser utilizado por otros.
Lo que es aún más interesante, cada vez que había un cambio en gerencia, era casi garantizado que llegaría una persona con su propio conjunto de plantillas de Excel, listo para cambiar las cosas. Si bien los cambios pueden ser buenos, a menudo significa que nosotros, los empleados, nos veíamos obligados a abandonar nuestras queridas hojas de cálculo en favor de algo nuevo y desconocido.
Pero esta es la cuestión: todos amamos nuestro propio Excel, incluso cuando sabemos que es imperfecto. Es como una manta cómoda, algo que hemos elaborado meticulosamente y se ajusta para satisfacer nuestras necesidades y preferencias. Así que, naturalmente, cuando la dirección o un compañero intenta imponernos una nueva hoja de cálculo, se desencadena una mini revolución (al menos internamente).
He perdido la cuenta de las veces que he tenido que defender mi Excel frente al de otra persona. Y créanme, no se trataba sólo de lealtad a mi creación; ¡Se trataba de eficiencia! Créanme que nadie quiere desperdiciar horas intentando descifrar una intrincada hoja de cálculo que nos hemos visto obligados a utilizar de un día a otro.
El juego del ERP
Y cuando pensabas que las guerras de Excel no podrían ser más intensas, llega la implementación del ERP o software de datos como SAP, Oracle, Dynamics 365 o incluso Salesforce. De repente, no sólo estamos luchando contra las hojas de Excel de nuestros colegas, sino que también estamos luchando contra el poder de la sabiduría corporativa.
Sin embargo, a pesar de las promesas de procesos optimizados y mayor productividad que ofrecen estos ERP (además de la inversión en ellos y la presión por parte de gerencia para utilizarlos), la mayoría de los gerentes todavía insisten en usar sus plantillas de Excel preferidas en lugar de estos sistemas. Es como intentar encajar una clavija cuadrada en un agujero redondo: inevitablemente alguien terminara frustrado.
Pero en medio de todo este caos y frustración, hay un atisbo de satisfacción cuando descubrimos que nuestro Excel es el elegido (más aún si se prefiere al ERP). Me refiero al momento glorioso en el que la dirección y los compañeros finalmente ven la luz y reconocen la superioridad de nuestra hoja de cálculo; es una victoria que vale la pena celebrar (¿o no?).
Conclusión
En el gran esquema de los negocios, la batalla de las hojas de cálculo puede parecer trivial. Pero para aquellos de nosotros arraigados en la política de oficina y la lucha diaria, es una constante montaña rusa de frustración y satisfacción. Ya sea defendiendo nuestro querido Excel contra una nueva administración o luchando en el campo de ERP, una cosa es segura: siempre intentaremos tener la mejor hoja de cálculo en la oficina. Porque, a fin de cuentas, un poco de superioridad de Excel puede ser de gran ayuda para hacer nuestra vida laboral un poco más fácil.
Estoy bastante seguro de que otros amigos del estilo C (DISC) estarán de acuerdo con esta conclusión. En todo caso, si quieres aprender más sobre los estilos DISC y las fortalezas y debilidades de cada uno, no dudes en leer más artículos como este en el blog o contactarme para recibir coaching personalizado.
Alexander Martinez
