Si has alcanzado cierto nivel en tu carrera profesional o has trabajado durante bastante tiempo en empresas corporativas, seguro que a estas alturas ya has notado que una de las capacidades que debes desarrollar para seguir creciendo es la de influir en otros. Hoy en día todos estamos al tanto del término gracias a las redes sociales, en este artículo, me centraré en la carrera profesional, pero el principio es el mismo.
Muchos lo ven como algo negativo, y podría serlo si lo llevamos al extremo de la manipulación. Yo lo considero un talento que si es correctamente desarrollado puede ser muy positivo, esto porque la influencia está muy relacionada con la reciprocidad. En otras palabras, si quieres algo de una persona, debes ser capaz también de ofrecer algo a cambio. Sobre este tema, cada quien puede tener su opinión, tal vez la línea que divide lo ético de lo no ético es sutil y hay que aprender a reconocerla.
Hay muchas cosas que no se pueden lograr si no se influye a otros a hacer lo que necesitamos, y esto es una realidad que tenemos que aceptar, difícilmente podemos vivir en un mundo donde no se influencie a otros. Pensemos en ventas o marketing, por ejemplo, un buen vendedor o marketero es aquel que sabe posicionar los beneficios de su producto y convencer (influir) a los compradores que los necesita. Para ser un buen comercial, tienes que saber influir sutilmente. Otro ejemplo, un CEO o un director tiene que saber influenciar a sus trabajadores para que estos no se limiten a cumplir órdenes, sino que se sientan motivados por lo que hacen.
Desde niños hemos sido capaces de influenciar para obtener lo que necesitábamos. Empezamos por nuestros padres, seguimos por los amigos de escuela, nuestras parejas, etc. Piensen en todas las cosas que han conseguido a lo largo de los años porque fueron capaces de convencer (influir) a otra persona a que haga o diga algo. Por otro lado, piensen lo que se perdieron por no haber sido lo suficientemente buenos en ello. Influencia es poder, por eso se le considera una moneda de cambio en el mundo laboral.
La base de la influencia son las relaciones. Tenemos que entender este principio básico: podemos tener, ser capaces de hacer o saber algo que es valioso para otra persona, y esa otra persona puede tener, ser capaz de hacer o saber algo que es valioso para nosotros. Hay que ver a las otras personas (incluso a las que no nos caen bien) como potenciales aliados.
Si quieres lograr influenciar a otras personas y que por ende estas te ayuden, trata de pensar en lo que ellas también necesitan de ti. Dale más prioridad a esto que a tus propios deseos. Nuestra naturaleza suele ser llevarnos al egoísmo, pero esta es sin duda la clave para conseguir lo que deseamos. Ser auténtico es la clave aquí, a nadie le gustan los hipócritas, mientras más real sea tu deseo de ayudar a otros, más probable es que consigas una reacción positiva de otras personas.
Trata de generar impacto en la vida de otros, realmente decir o hacer algo que cambie su opinión sobre ti, trata de dejarles algo positivo que afecte su vida, de esa manera te ayudarán y tú lograrás conseguir tus metas.
Por supuesto, llegar a ser un buen comunicador y poder influenciar en otros tarda un tiempo y se debe cultivar la habilidad. El coaching es una buena herramienta que de seguro te ayudará a perfeccionar este arte. Si estás interesado desarrollar tu potencial y ser capaz de influenciar en otros, escríbeme un mail o contáctame vía la web para conversar sobre cómo el coaching podría cambiar tu carrera.
Alexander Martinez
