Por su puesto, todos queremos que las decisiones que tomamos sean perfectas. No queremos arrepentirnos o sentir esa sensación de que la otra alternativa o alternativas que evaluábamos mejores. Si nos ponemos a pensar, muchas veces tomamos decisiones basándonos en el bien o la opinión de otras personas. Como por ejemplo nuestra pareja, hijos, familia, amigos, compañeros o incluso nuestros opositores. También solemos tomar decisiones basándonos en cosas materiales como por ejemplo dinero, posesiones, trabajo, etc. ¿Y qué hay de la opinión de otros? ¿Cuántas veces hemos sido empujados en una dirección por el miedo a lo que dirán otras personas?
Tal vez estas decisiones basadas en factores externos nos parecieron las correctas en su momento, sin embargo, con el pasar del tiempo muy probablemente pudimos empezar a notar que algo andaba mal. Tal vez no era lo que en verdad queríamos. Es a partir de ahí donde surge el arrepentimiento y el cuestionamiento, esa duda sobre si lo que decidimos fue o no lo correcto. Dependiendo de qué tan importante era la decisión, esto pudo tener grandes implicancias en nuestra vida.
Los libros de autoayuda recomiendan siempre tomar decisiones con base en valores o principios. Esto tiene mucho sentido, pues nuestros valores deberían ser siempre el centro de nuestra vida, todo lo que hacemos debería girar en torno a ellos. Sin embargo, en la práctica a pesar de que uno pueda sentir que toma decisiones con base en principios, aún se puede llegar a sentir esa sensación de arrepentimiento posterior, la pregunta es ¿por qué?
Buscando soluciones a esta pregunta llegué a la conclusión que la única manera de no arrepentirme, o tener dudas luego de haber decidido algo, es comparando todas las opciones que tengo y midiéndolas contra lo que considero más importante para ti. Lo cual no necesariamente es un valor, aunque podría estar muy relacionado.
A lo que considero más importante para mí le denomino factores de toma de decisión. Para descubrirlos, se me ocurrió un simple proceso mediante el cual se enumeran todas las cosas que pensamos podrían ser variables a tomar en consideración a la hora de decidir algo. En esta parte hay que volverse loco y colocar todo lo que nos venga a la cabeza. Por ejemplo, si se trata de una decisión sobre dónde invertir algo dinero sobrante, entonces podríamos colocar factores como: sensación de seguridad, opinión de amigos, interés, tiempo de retorno, valoración a futuro, apoyo de familiares, instinto, control de la situación, esfuerzo, complejidad, etc. La lista puede ser muy larga, de hecho es muy importante no olvidarse de nada.
Pero allí no termina el proceso, recién ahora es cuando se empieza a tomar en cuenta los valores fundamentales y preferencias. Obviamente, de todas las cosas que se encuentran en la lista, habrán algunas a las cuales le daremos más importancia que otras. Normalmente, aquellas que se alineen más con nuestra personalidad DISC y con nuestros valores serán más importantes, aunque esto no es una regla. Uno es libre de escoger lo que le haga feliz en ese momento.
Siguiendo esta lógica, se deben asignar valores numéricos a cada uno de estos “factores de toma de decisión”. Le asignaremos el número (valor, peso) más alto a aquel factor que consideramos es el más importante de todos. Por ejemplo, si tenemos una lista de 20 factores, entonces al más importante se le debe asignar el número 20. Iremos de esta manera continuado asignando valores a los demás factores, siempre siguiendo un orden de importancia y sin repetir ningún número. Hay que hacer el esfuerzo de ordenarlos de mayor a menor. Por supuesto, al factor menos importante se le asignará el 1.
Al terminar este proceso, tendremos una lista de factores de toma de decisión con un peso determinado. Esta lista es necesaria para pasar a la siguiente etapa de la metodología para toma de decisiones.
En mi libro El tulipán perfecto no solo detallo con ejemplos la metodología completa, sino también la complemento con historias y aplicaciones prácticas. También puedes leer un resumen de la metodología en algún artículo anterior sobre toma de decisiones en este blog.
En las sesiones de coaching también abordamos mucho el proceso de toma de decisiones y su relación con nuestros valores fundamentales y DISC. Si te gustaría la idea de explorar más a fondo tu forma de tomar de decisiones, no dudes en agendar una sesión de coaching vía la web.
Alexander Martinez
