Ya he mencionado lo popular que puede llegar a ser la prueba DISC entre todo el universo de pruebas disponible hoy en día. Esto debido principalmente a su simpleza y efectividad, sobre ello ya me he expandido en un artículo anterior. No es sorpresa, por lo tanto, que sea tan popular y que se emplee tan extendidamente en el mundo profesional como una fuente de información respecto al estilo de la persona con la cual interactúas o tal vez interactuarás en el futuro. En otras palabras, se usa extendidamente en el reclutamiento de personas y en los workshops sobre mejora de trabajo en equipos.
Como las teorías de Marston son de dominio público a estas alturas, desde hace años existen una serie de empresas que ofrecen pruebas usando como base la teoría de DISC, o que simplemente prefieren utilizar una terminología diferente a la tradicional (es decir, dominante, influyente, estático y cumplidor), cambiándola por objetos derivados de algún tema en particular.
Algunos ejemplos con los que me he encontrado son: animales, colores (de hecho, hay diversas combinaciones de colores), culturas antiguas, elementos naturales, etc. Existen algunas empresas que sí utilizan la nomenclatura DISC. La preferencia por una u otra dependerá de cada coach, consultor o profesional en general.
En todos los casos, la base es la misma, cuatro estilos diferentes de personalidad que se complementan unos a otros. Al final, no creo que sea de vital importancia entender los nombres o la terminología que cada empresa emplea, más bien se trata de comprender el fundamento detrás. Es decir, las características de cada estilo y la manera como uno debe comunicarse con cada uno.
Lo que sí es importante resaltar es que la terminología permite estandarizar un lenguaje de comunicación en un grupo de personas, como por ejemplo una empresa u organización. Conozco muchos ejemplos de empresas que contrataron los servicios de alguna consultora que, por supuesto, sugirió a todos los miembros tomar una prueba DISC para luego explicar los cuatro nombres con los cuales ellos identifican los cuatro estilos DISC y las características de cada uno. De esta manera todo el grupo puede hablar un mismo idioma, no es necesario que se refieran a un individuo como “dominante”, podrían referirse a él cómo “rojo” o como “fuego”. Lo que importa es que se entienda cuáles son sus principales características de la persona.
Personalmente, he comprobado lo fácil que es adoptar una de estas nomenclaturas y empezar a usarla en el día a día. Con el tiempo, llega a ser muy natural reemplazar el nombre de los cuatro estilos DISC. De hecho, he llegado incluso a discutir con personas que me reclamaban seguir la nomenclatura correcta o la más apropiada. La mayoría de ellas ni siquiera conocía la existencia de la teoría DISC.
Hay que tener cuidado y recordar que no necesariamente la nomenclatura que usamos o con la que nos sentimos familiares es la que otras personas emplean. Probablemente, ambas personas hayan tomado una prueba DISC y ambas sepan que su estilo predominante es “Dominante”, pero una se refiere a este estilo como rojo y la otra como blanco. Pueden llegar a pensar que son cosas distintas, simplemente porque así se los enseñaron.
Nuevamente, lo importante es comprender las características de cada estilo, el nombre es solo para facilitar la comunicación y entendimiento.
Si te interesa saber más sobre DISC, te recomiendo que leas algunos de los otros artículos en mi blog. Si, por otro lado, te interesa conocer tu propio estilo DISC, contáctame vía la página web para agendar una reunión.
Alexander Martinez