Las personas que hemos sido entrenadas para ser coaches ejecutivos debemos dedicar muchas horas a perfeccionar el desestimado arte de no brindar consejos. Me imagino que esto debe sonar muy extraño, y en verdad lo es de alguna forma.
Apenas empecé mi entrenamiento como coach asistí a un seminario donde nos repitieron no una, sino al menos cinco veces que el desafío más grande como coach no era el tener las respuestas a las preguntas de nuestros clientes, como honestamente pensaba en ese momento, sino más bien aprender a callarnos y escuchar atentamente. Y es que el mero hecho de escuchar, no es en verdad el fuerte de muchos (sobre todo si nuestro estilo de personalidad es influyente).
Además de escuchar atentamente, debido a nuestra naturaleza humana tendemos a querer brindar consejos por todo. He ahí el gran problema, es esa misma naturaleza la que nos hace creer que somos expertos en todo (o al menos en el tema del que nos están hablando). Tanto así que, sin siquiera terminar de escuchar a la otra persona, ya nos apresuramos a juzgar y sobre todo aconsejar cómo se debería hacer. Esta autoridad nos la otorgamos porque pensamos que el haber vivido algo semejante en el pasado nos brinda las credenciales para aconsejar.
Pero, ¿qué ocurre si nuestro consejo conlleva a un problema más grande? ¿O si lo que hicimos (y que ahora aconsejamos) solo puede ser realizado por alguien con nuestra personalidad o en nuestras condiciones? Tal vez podríamos empeorar la condición en la persona que habla con nosotros.
El coaching es una metodología que plantea algo muy diferente. Lo que se quiere es cambiar la idea de seguir al sabio aconsejador y más bien esforzarnos por encontrar nuestras propias soluciones. Un verdadero coach es una persona empática, con una gran capacidad de escucha y análisis, que mediante preguntas específicas busca encontrar puntos de inflexión que ayuden al cliente a reconocer sus limitaciones y a partir de ahí desarrollar sus propias soluciones.
Cuando un cliente tiene un problema en la empresa, por lo general tiene varias opciones para solucionarlo. La más simple será contratar un consultor o una firma de consultoría, la cual se tomará un tiempo para poder reunir información y luego presentará un plan de acción que conlleve a una solución o mejora.
En otras palabras, uno paga para que ellos encuentren y entreguen la solución más adecuada a nuestro problema. La consultoría es muy efectiva (por algo existen tantas consultoras en el mercado) y, por supuesto, si se trata de un tema específico o si estamos limitados de tiempo, es probablemente la opción más conveniente.
Pero si lo pensamos bien, en el fondo no estamos solucionando el problema más importante, que es nuestra capacidad para encontrar la solución. El lado negativo de la consultoría es que no nos ayudará necesariamente a crecer como profesionales, esto debido a que no nos fuerza a desarrollar esa capacidad de reconocimiento y luego de respuesta ante una situación complicada, cosa que sí llegamos a lograr con un coaching.
El coach no nos proveerá con la solución hecha a medida (como lo haría un consultor), y definitivamente tardará más tiempo (aunque conozco ejemplos de consultoría que han durado años). Pero sí nos ayudará a encontrar nuestras propias soluciones y a implementarlas. En otras palabras, nos proveerá de herramientas que podamos utilizar no solo en esa situación, sino además en cualquier otra similar en el futuro.
En lo que respecta al tema económico, sabemos que uno paga por el tiempo ahorrado. Normalmente, una consultoría debería ser más costosa pues las perdonas están dispuestas a pagar por una solución rápida al problema. El asunto es que nos veremos obligados a pagar nuevamente una nueva consultoría, si es que nos encontramos con un problema similar en el futuro. Es decir, solucionamos el problema, pero nosotros no cambiamos.
Hay que recordar que, a la hora de la hora, el cliente siempre será libre de escoger el tipo de metodología que le sea más conveniente. Cada una tiene sus ventajas. ¿Ustedes qué opinan? ¿Piensan que la consultoría tiene otras ventajas que no han sido mencionadas? Por favor, deja tus comentarios abajo.
Si estás interesado en probar coaching, no dudes en contactarme vía la web o agendar directamente una reunión.
Alexander Martinez