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La prueba DISC – Un resumen de lo básico

Un poco de historia

Hace casi cien años, en 1928, Marston publicó su libro «Emociones de la gente normal». En él, trató de explicar los diversos patrones de comportamiento que seguían las personas sanas cuando se encontraban en diferentes entornos. Es importante recalcar que, en años anteriores, otros psicólogos reconocidos como Freud o Jung realizaron estudios similares, pero en personas mentalmente inestables o delincuentes, razón por la cual quiso enfatizar el adjetivo «normal» en el título de su libro.

Marston identificó cuatro estilos de comportamiento, a los que denominó: dominio (D), influencia (I), sumisión (S) y cumplimiento (C). De ahí el nombre DISC. Por supuesto, esta terminología ha evolucionado, pero en general, se podría decir que sus ideas siguen siendo la piedra angular de DISC. Su libro no fue muy aceptado en su momento, quizás porque Marston no logró desarrollar una herramienta complementaria para que una persona pudiera medirse a sí misma y determinar su estilo preferido. Pasaron casi treinta años antes de que Walter Clarke creara una herramienta de autoevaluación utilizando análisis vectorial y basada en las teorías del libro de 1928.

En la década de 1970, John Geier creó lo que se conoce como el perfil de personalidad DISC. Es importante recalcar que existe una diferencia entre DISC (todo en mayúsculas) y DiSC (con una «i» minúscula). El primer término utilizado en este libro es la teoría psicológica que comenzó a desarrollar Marston. El segundo término (ahora llamado comercialmente Everything DiSC®) es una serie de evaluaciones y productos validados basados en la teoría DISC.

Las pruebas o evaluaciones basadas en DISC están muy extendidas hoy en día. Es más, probablemente la mayoría de ustedes ya tomó alguna durante un proceso de contratación o quizás durante un taller o capacitación en el trabajo. Se usa porque se considera una herramienta fácil y práctica que explica el comportamiento humano.

Los estilos y representación

Después de realizar una prueba DISC, identificaremos cuál de los cuatro estilos (D, I, S o C) es nuestro principal y secundario. Es importante remarcar que los diferentes estilos no son elementos disociados. Las personas suelen ser una mezcla de dos o incluso más estilos.

Seamos claros, ningún estilo es mejor que otro, todos tienen fortalezas y debilidades, pero se complementan entre sí. Numerosos estudios han demostrado las ventajas que se obtienen formando equipos de trabajo con personas de diferentes estilos. Por el contrario, es un desafío para grupos de personas con el mismo estilo generar sinergias. Por ello, DISC se utiliza desde hace varios años como herramienta de mejora en el ámbito laboral y familiar.

Piensa en tu familia o círculo de amigos fuera del ámbito laboral. ¿Puedes notar rápidamente la diferencia de estilos entre las diferentes personas? Lo más probable es que veas algunos patrones, similitudes y diferencias. ¡Puedes usar DISC en todas partes, no solo en el trabajo!

Los cuatro estilos DISC están representados por un círculo dividido en cuadrantes, cada uno correspondiente a una letra. Normalmente, cuando vemos los resultados de una prueba DISC, estaremos situados en una zona concreta de la gráfica más cerca de una letra que de otra. Este posicionamiento representa cómo la persona es una combinación de estilos, pero con una inclinación hacia uno.

La parte comercial

Por supuesto, muchas pruebas DISC están disponibles en línea o se pueden obtener a través de servicios de consultoría. En la mayoría de los casos, se puede realizar una prueba básica gratuita, que revelará su estilo predominante. Si paga algún extra, puedes obtener tus estilos secundarios, análisis de los resultados, recomendaciones e información adicional. He tomado algunos de las gratuitas; no puedo garantizar que el resultado sea 100% preciso, pero al menos puede darte una idea. Sugiero invertir un poco en ti mismo; la información que puedes obtener es fascinante.

A través de DISC, podemos identificar el estilo de comportamiento que más nos conviene y aceptar nuestras fortalezas y debilidades. De la misma manera, al identificar los estilos de otras personas, podemos reconocer similitudes y diferencias, lo que nos permite ajustar nuestro lenguaje para comunicarnos mejor y así fortalecer nuestras relaciones.

Mucha gente me pregunta por qué me gusta tanto el DISC habiendo tantas pruebas famosas como el MBTI o las más modernas disponibles ahora que incluso son cuantitativas. La respuesta está en su simplicidad. La idea de memorizar hasta dieciséis tipos diferentes de personalidades me parece sumamente agotadora. Ciertamente, otras pruebas aportan muchos datos que pueden ser de gran valor; sin embargo, al final, sigo pensando que al identificar el estilo de personalidad predominante de una persona y el complementario, se puede obtener información suficiente para adaptar un tono conversacional adecuado, diseñar algunas estrategias para influir en las personas y establecer buenas relaciones. Todo eso, solo conociendo cuatro estilos, pero con la práctica necesaria para leer a la gente rápidamente.

Si te interesa conocer cuál es tu estilo DISC, tomar una prueba completa y tener una sesión específica para explicarte tus resultados, te recomiendo que agendes una sesión DISC. Como practicante certificado, puedo ayudarte a sacarle el mejor provecho posible a esta poderosa herramienta. Por supuesto, continuaré desarrollando los principios DISC en algunos artículos de seguimiento.

Alexander Martinez

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