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¿Es coaching realmente para mí?

Primero que todo, aclaremos que en este artículo me referiré al coaching ejecutivo, el cual difiere ligeramente de un coach deportivo o un coach de vida. Según la International Coaching Federation (ICF), coaching se define como una asociación con clientes en un proceso creativo y estimulante que inspira a maximizar el potencial personal y profesional. Proceso que a menudo desbloquea fuentes de imaginación, productividad y liderazgo que antes no se habían explorado.

Mi manera de definirlo sería como una conversación de alto impacto, que busca descubrir potenciales, desbloquear obstáculos o generar ideas aparentemente ocultas a simple vista en el cliente con el fin de alcanzar un objetivo preestablecido.

Existe un requerimiento básico para que se pueda dar el coaching. La persona (cliente) deberá padecer de un problema lo suficientemente grande como para justificar una inversión en coaching. También podemos verlo de otro ángulo, la ganancia que se obtendría si la persona (cliente) es capaz de eliminar el problema del que se sufre debe ser lo suficientemente grande como para justificar la inversión. Se debe aplicar el principio de que el cliente es “coachable”, es decir que debe estar interesado en mejorar. El coach debe percibir que el problema está generando algún tipo de emoción en la persona (cliente).

No se puede hacer coaching u ofrecer coaching a una persona que no siente que lo necesita o que piensa que no tiene un problema. Pongamos un ejemplo típico. Un ejecutivo tiene a cargo a muchas personas en la empresa, en un punto los empleados se quejan con el área de recursos humanos y afirman ser maltratadas por el ejecutivo. Cuando recursos humanos consulta sobre lo sucedido, el ejecutivo simplemente niega la situación, afirmando que él no tiene ningún problema y que más bien es el personal el que necesita coaching. Este tipo de personas no puede ser coacheada, no se puede seguir ningún progreso pues se requiere de interés y esfuerzo para realmente alcanzar objetivos.

A continuación, otros casos en los cuales no se recomienda coaching. Cuando la persona está buscando que le ayuden a avanzar en su carrera, tal vez esperando que se le presente a las personas adecuadas o se le dé un consejo con base en experiencia. Esto se denomina mentoring y sobre ello hay un artículo al respecto. Es un proceso donde la persona interesada básicamente recibe información. Otro caso, cuando la persona necesita una solución pragmática y efectiva en el menor tiempo posible a un problema específico. Por ejemplo, necesita que su equipo de ventas sea más efectivo a la hora de cerrar ventas. Esto puede ser solucionado por una consultoría, no necesariamente vía coaching. El consultor utilizará su conocimiento para rápidamente entregar resultados.

El coaching es una metodología que tiene un valor de mercado alto, por ende, como ya mencioné solo se recomienda en situaciones en las cuales se espera que los resultados justifiquen la inversión. Dependiendo del coach, puedes escuchar promesas de retornos de hasta diez veces la inversión.

¿Qué se debe esperar de una sesión de coaching? Las conversaciones de coaching pueden ser muy demandantes, por lo que debes ir a ellas con la mente despejada, dispuesto a hacer tu mejor esfuerzo. Sin duda saldrás agotado mentalmente después de una hora de coaching. Yo siempre le digo a mis clientes que incluso espero que se molesten un poco conmigo, ya que eso significa que realmente los estoy llevando al límite de sus capacidades. A partir de ahí viene el descubrimiento, el progreso por el cual se invierte.

¿Qué debo esperar de mi coach? Un coach no es un experto en todo, no es alguien que tendrá la varita mágica para solucionar tus problemas, tampoco es un maestro o guía a quien seguir o imitar. Tampoco puedes esperar que el coach trabaje por ti o haga el esfuerzo. En general, una regla a tener en cuenta es que si el coach está haciendo el mayor esfuerzo en la conversación, entonces no está siendo un buen coach. Un coach es una persona que trabaja en forma holística contigo te ayudará a descubrir las soluciones a tus problemas pero solo te guiará a la puerta, tú deberás cruzarla si estás interesado. El coach necesita percibir que el cliente ha “puesto sangre” en el proceso, es decir que está interesado en el proceso pues nadie conoce el problema mejor que el mismo cliente.

No hay mejor inversión que en uno mismo. Hay muchas opciones en el mercado del desarrollo personal: libros, audios, vídeos, cursos, certificaciones, maestrías, MBA, diplomados, especializaciones… todas tienen sus ventajas y desventajas. El coaching es una más de estas opciones, pero como he mencionado, no siempre será la opción más adecuada para ti.

Si te interesa saber más sobre el tema o deseas agendar una sesión de coaching para abordar un tema específico, no dudes en escribirme vía la web o agendar una cita.

Alexander Martinez

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