Una de las cosas más interesantes en lo que respecta a los diferentes estilos de personalidad DISC es que las personas por lo general no necesariamente son fieles a su estilo primario, sino que son capaces de proyectar un estilo que consideran es necesario para una determinada situación o lo que consideran otras personas esperan de ellas. Tal como una máscara. Por supuesto, en algunos casos no hay una diferencia significativa entre lo que una persona es por naturaleza y lo que se espera de ella en público.
El ejemplo que mejor describe este fenómeno para mí es el de un vendedor que por naturaleza es estable (S) o cumplidor (C), recordemos que estas no son personas sociables por naturaleza, más bien prefieren la tranquilidad y no exponerse a los demás. El asunto es que, para poder vender un producto, necesitamos interactuar con personas, en muchos casos influenciarlas o motivarlas, lo que significa un alto grado de comunicación.
Naturalmente, a estas personas se les hace muy difícil hacer este trabajo, sin embargo, conozco grandes vendedores que son capaces de colocarse su sombrero (o mascara si así queremos) de influyentes (I) y salir a la calle para obtener clientes. También conozco oradores y maestros, que son cumplidores (C) y a quienes en realidad incluso les incomoda estar en presencia de muchas personas o en eventos sociables, sin embargo, cuando tienen que exponer sobre algo que les gusta, nadie podría creer que no son influyentes (I) por naturaleza. Casi parecen otra persona.
Una vez conocí al gerente de una corporación cuando andaba de viaje de negocios por Latinoamérica, este me invito a su casa para una cena con su familia. Me sorprendió mucho ver que en ese ambiente (su estado natural) se comportaba como un esposo apacible y empático, claramente preocupado, por encima de todo, por el bienestar de su familia, la descripción de un perfecto estable (S). Este es un perfil muy diferente del dominante (D) que exhibía en la empresa, y de hecho el que yo conocía de él. Claramente, él necesitaba de adaptar este perfil, ya que el ambiente lo obligaba, después de todo se la pasaba todo el día lidiando con personas de caracteres muy complicados o liderando equipos que necesitaban motivación constante, pero esa no era su norma o la personalidad que le hiciera sentir más cómodo.
Con esto no quiero motivar a la gente a que no sea como es, de hecho, no creo que sea esto posible. Simplemente, quiero derrumbar una típica barrera que escucho a diario, la frase: “no tengo lo que se necesita para hacer tal cosa, mi personalidad no me lo permite”. Con esta explicación, espero dar a entender que siempre es posible adaptarse a la situación que tengamos que afrontar. Probablemente, es muy agotador colocarnos esa máscara a diario, pero sí que se puede hacer.
¿Qué hay de ustedes? ¿Sienten que esta es una práctica que hacen comúnmente? Dejen sus comentarios abajo o tal vez compartan alguna experiencia.
Por otro lado, si te interesa saber más sobre DISC o descubrir tu estilo primario, no dudes en escribirme un mensaje o agendar una reunión para una sesión de coaching.
Alexander Martinez
